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Cocina para Principiantes: La Guía Definitiva (+25 Recetas Fáciles Para Empezar Hoy)

Utensilios de cocina

¿Alguna vez has mirado tu cocina y has sentido que es un territorio desconocido lleno de aparatos misteriosos y sartenes que te juzgan en silencio? Si la idea de preparar algo más complicado que una tostada te produce un ligero pánico, respira hondo. Estás en el lugar correcto.

Cocinar no es un talento mágico con el que se nace. Es una habilidad, como aprender a montar en bici o a escribir. Al principio te tambaleas, quizás te caes un par de veces (o quemas el arroz, que es el equivalente culinario), pero con un poco de guía y práctica, de repente, estás pedaleando sin manos y preparando una cena deliciosa. Esta guía es tu juego de ruedines para la cocina. Te llevaremos de la mano desde lo más básico —qué herramientas necesitas de verdad y cuáles son un trasto— hasta recetas tan sencillas y a prueba de fallos que te preguntarás por qué no empezaste antes. ¡Vamos a perderle el miedo a los fogones juntos!

Antes de encender el fuego: Lo que todo principiante debe saber

Antes de lanzarnos a cortar, saltear y hornear, tenemos que preparar nuestro campamento base. Una cocina bien equipada y una despensa con lo esencial son el secreto para que cocinar sea un placer y no una carrera de obstáculos. Piénsalo como preparar tu mochila antes de una excursión: si tienes todo lo que necesitas, solo te queda disfrutar del camino.

Las 10 herramientas de cocina esenciales (y las que no necesitas)

El pasillo de utensilios de cocina puede ser abrumador. Hay artilugios para todo. Pero la verdad es que para empezar, solo necesitas un puñado de herramientas fiables. Aquí está tu equipo titular:

  • Un buen cuchillo de chef (20 cm): Será tu mejor amigo. No tiene que ser carísimo, pero sí cómodo en tu mano. Úsalo para picar, cortar en rodajas y filetear. Es la navaja suiza de la cocina.
  • Una tabla de cortar: Protege tu encimera y tu cuchillo. Ten una grande, idealmente de plástico o madera. Un truco: pon un paño de cocina húmedo debajo para que no se deslice mientras cortas.
  • Una sartén antiadherente (24-28 cm): Perfecta para huevos, tortitas y salteados. El antiadherente es muy indulgente con los principiantes, ya que la comida no se pega tan fácilmente.
  • Una olla mediana (3-4 litros): Para cocer pasta, hacer sopas, guisos o hervir patatas. Es un verdadero caballo de batalla.
  • Un colador o escurridor: Imprescindible para escurrir la pasta, lavar verduras o enjuagar legumbres en conserva.
  • Un bol grande para mezclar: Para preparar ensaladas, marinar carnes o mezclar ingredientes para un pastel. Elige uno de acero inoxidable o vidrio.
  • Tazas y cucharas medidoras: La cocina es un poco de ciencia, sobre todo al principio. Medir los ingredientes correctamente te asegura que las recetas salgan bien.
  • Una espátula de silicona: Flexible y resistente al calor. Sirve para rebañar hasta la última gota de un bol y para remover sin rayar tus sartenes.
  • Un pelador de verduras: Mucho más seguro y rápido que usar un cuchillo para pelar patatas, zanahorias o manzanas.
  • Un abrelatas: Parece obvio, pero te sorprendería cuántas veces lo necesitas y no lo encuentras.

¿Y lo que no necesitas (todavía)? Olvídate de la mandolina, el sifón de espumas, la máquina para hacer pasta fresca o el descorazonador de piñas. Son geniales, pero no esenciales. Empieza con lo básico y ya irás ampliando tu arsenal a medida que ganes confianza.

Tu primera despensa: Checklist de ingredientes básicos

Tener una despensa bien surtida es como tener superpoderes. Significa que siempre puedes improvisar una comida decente sin tener que salir corriendo al supermercado. Aquí tienes una lista para tu primera compra:

  • Aceites y grasas: Aceite de oliva virgen extra (para ensaladas y toques finales), aceite de girasol (para cocinar a altas temperaturas) y mantequilla.
  • Vinagres y ácidos: Vinagre de vino tinto o de manzana y limones frescos. Un toque de acidez levanta casi cualquier plato.
  • Especias y condimentos: Sal (fina y gruesa), pimienta negra en grano (con molinillo), pimentón dulce, orégano, comino en polvo y ajo en polvo. Con esto tienes una base de sabor increíble.
  • Conservas: Tomate triturado o entero pelado, latas de atún, legumbres cocidas (lentejas, garbanzos), maíz dulce. Son tus salvavidas para cenas rápidas.
  • Cereales y granos: Arroz (de grano largo o basmati), pasta (espaguetis y macarrones), avena en copos.
  • En la nevera: Huevos, leche, yogur natural, queso (uno para rallar como el parmesano y otro para fundir como el mozzarella), mostaza de Dijon.
  • Verduras clave: Cebollas, ajos y patatas. Son la «santísima trinidad» de muchísimas recetas.

Pequeño diccionario de cocina: Términos que debes conocer

Las recetas a veces usan palabras que parecen sacadas de un manual de química. No te preocupes, aquí tienes la traducción de las más comunes para que no te sientas perdido.

  • Picar: Cortar un ingrediente (como ajo o perejil) en trozos muy, muy pequeños.
  • Cortar en juliana: Cortar verduras (como pimientos o cebolla) en tiras finas y alargadas.
  • Saltear: Cocinar alimentos a fuego alto en una sartén con un poco de grasa (aceite o mantequilla), moviéndolos constantemente. El objetivo es dorarlos por fuera y que queden tiernos por dentro.
  • Sofreír: Es parecido a saltear, pero a fuego más bajo y durante más tiempo. Se usa a menudo con cebolla, ajo y pimiento para crear una base de sabor para guisos o salsas.
  • Pochar: Cocinar un alimento sumergido en un líquido (agua, caldo, leche) justo por debajo del punto de ebullición. Es una cocción suave, famosa por los huevos poché.
  • Hervir: Cocinar en agua que ha alcanzado los 100 °C y está burbujeando vigorosamente.
  • Reducir: Hervir a fuego lento una salsa o líquido para que se evapore el agua, se concentre el sabor y espese su textura.

Seguridad en la cocina: 5 reglas de oro

Tu cocina debe ser un lugar de creatividad, no de accidentes. Seguir estas reglas básicas te mantendrá a salvo y te permitirá cocinar con tranquilidad.

  1. Respeta el cuchillo: Corta siempre sobre una tabla estable y aleja los dedos de la hoja. Mueve el cuchillo hacia abajo y hacia adelante, lejos de tu cuerpo. Nunca, jamás, intentes coger un cuchillo que se cae. Es mejor un cuchillo en el suelo que en tu pie.
  2. Evita la contaminación cruzada: Usa tablas de cortar y utensilios diferentes para la carne cruda y para las verduras o alimentos que se comen crudos. Si solo tienes una tabla, lava a fondo con agua caliente y jabón después de manipular carne cruda.
  3. Lávate las manos: Antes de empezar, después de tocar carne cruda, y cada vez que cambies de tarea. Es el gesto más simple y eficaz para una cocina segura.
  4. Vigila el fuego: Nunca dejes una sartén o una olla al fuego sin supervisión. Si una sartén con aceite se incendia, ¡nunca le eches agua! Apaga el fuego y cúbrela con una tapa o un paño húmedo para ahogar las llamas.
  5. Cuidado con lo caliente: Usa siempre manoplas o paños secos para coger ollas o bandejas calientes. Asume que todo lo que ha estado en el fuego o en el horno quema. Y recuerda que el vapor también quema, así que abre las tapas de las ollas con cuidado, alejándolas de tu cara.

Las 5 técnicas fundamentales que te convertirán en cocinero

Dominar estas cinco técnicas básicas es como aprender los acordes principales en la guitarra. Una vez que los tienes, puedes empezar a tocar cientos de «canciones» (o recetas). Son la base sobre la que construirás toda tu confianza culinaria.

Técnica 1: Cómo cortar una cebolla sin llorar (de alegría)

Cortar cebolla es el rito de iniciación de todo cocinero. El truco para no llorar es entender su anatomía. La raíz de la cebolla es la que contiene la mayor parte de los compuestos que nos hacen llorar. Si la dejas intacta hasta el final, minimizarás el drama.

Primero, corta la cebolla por la mitad a lo largo, pasando por la raíz y el tallo. Coloca una mitad con la parte plana sobre la tabla. Pélala. Ahora, haz cortes verticales finos desde el tallo hacia la raíz, pero sin llegar a cortar la raíz del todo. Luego, haz uno o dos cortes horizontales, paralelos a la tabla. Finalmente, corta perpendicularmente a los primeros cortes y verás cómo la cebolla se deshace en daditos perfectos. La raíz ha mantenido todo unido hasta el último momento. ¡Magia!

Técnica 2: El punto exacto de la pasta

Olvídate de la pasta blanda y pegajosa. El secreto de una pasta perfecta es cocinarla «al dente», que en italiano significa «al diente». Esto es, cocida pero todavía con una ligera firmeza al morderla. ¿Cómo se consigue?

Primero, usa una olla grande con muchísima agua hirviendo. El agua debe estar salada como el mar; esto sazona la pasta desde dentro. Cuando el agua hierva a borbotones, echa la pasta y remueve para que no se pegue. Un par de minutos antes del tiempo que indica el paquete, pesca un espagueti o un macarrón y pruébalo. Debe estar tierno pero ofrecer una mínima resistencia en el centro. Ese es el punto. Escúrrela inmediatamente (reservando un poco de agua de cocción) y mézclala con la salsa. ¡Perfecta!

Técnica 3: Saltear como un profesional

Saltear es una técnica rápida y llena de sabor. La clave está en el calor y el movimiento. Necesitas una sartén caliente, pero no humeante. Añade un poco de aceite y, cuando brille, añade los ingredientes.

Dos reglas de oro: no sobrecargues la sartén. Si pones demasiada comida, la temperatura bajará y los ingredientes se cocerán en su propio vapor en lugar de dorarse. Es mejor hacerlo en dos tandas si es necesario. Y segundo, mantén la comida en movimiento, ya sea con una espátula o moviendo la sartén con un golpe de muñeca. Así consigues un dorado uniforme y delicioso.

Técnica 4: El huevo frito perfecto

Un buen huevo frito puede alegrar cualquier día. Hay muchas formas de hacerlo, pero esta es infalible para conseguir una clara cuajada y una yema líquida. Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén pequeña a fuego medio.

Casca el huevo en un bol pequeño primero (así evitas que caigan trozos de cáscara en la sartén). Desliza el huevo con cuidado en el aceite caliente. Verás que los bordes empiezan a burbujear. Con una cuchara, baña la clara con el aceite caliente de la sartén, evitando la yema. Esto ayuda a que la clara se cocine por arriba sin que la yema se endurezca. En uno o dos minutos, cuando la clara esté blanca y firme, sácalo con una espumadera, sazona con sal y pimienta, y a disfrutar.

Técnica 5: Cómo hacer una vinagreta básica

Saber hacer una vinagreta casera te cambiará la vida (y tus ensaladas). Es increíblemente fácil y mil veces mejor que las de bote. La fórmula mágica es la proporción 3:1. Tres partes de aceite por una parte de ácido (vinagre o zumo de limón).

La forma más fácil es meterlo todo en un bote de cristal con tapa. Por ejemplo: 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas de vinagre de manzana, una pizca de sal, pimienta y media cucharadita de mostaza de Dijon (la mostaza ayuda a que no se separe). Cierra el bote y agítalo con energía durante 15 segundos. Verás cómo se emulsiona y se convierte en un aliño cremoso y perfecto. Pruébala y ajústala a tu gusto. ¿Más ácida? Un poco más de vinagre. ¿Más suave? Un poco más de aceite.

25 Recetas para Principiantes (Completas y a prueba de fallos)

¡Llegó el momento de cocinar! Hemos preparado una selección de 25 recetas divididas por momentos del día. Todas son sencillas, utilizan ingredientes fáciles de encontrar y están explicadas paso a paso. No hay trampa ni cartón. ¡Ponte el delantal!

Desayunos para empezar con energía

1. Tostada de aguacate con huevo a la plancha

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: 1 rebanada de pan bueno, 1/2 aguacate maduro, 1 huevo, aceite de oliva, sal, pimienta, copos de chile (opcional).
  1. Tuesta la rebanada de pan.
  2. Mientras, aplasta el aguacate con un tenedor en un bol. Añade una pizca de sal y pimienta.
  3. Calienta una sartén antiadherente con un chorrito de aceite a fuego medio. Casca el huevo y cocínalo a la plancha hasta que la clara esté hecha pero la yema líquida.
  4. Unta el aguacate sobre la tostada, coloca el huevo encima, y añade otra pizca de sal, pimienta y los copos de chile si te gusta el picante.

2. Avena cremosa con plátano y canela

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: 1/2 taza de copos de avena, 1 taza de leche (o agua), 1 plátano, 1 cucharadita de miel o sirope de arce, una pizca de canela.
  1. En una olla pequeña, mezcla la avena y la leche. Llévalo a ebullición a fuego medio.
  2. Cuando empiece a hervir, baja el fuego y remueve constantemente durante 3-5 minutos, hasta que espese y esté cremosa.
  3. Mientras, corta el plátano en rodajas.
  4. Sirve la avena en un bol, añade las rodajas de plátano, un chorrito de miel y espolvorea canela por encima.

3. Revuelto de huevos cremoso

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 5 minutos
  • Ingredientes: 2 huevos, 1 chorrito de leche, 1 cucharadita de mantequilla, sal, pimienta.
  1. Bate los huevos en un bol con la leche, la sal y la pimienta.
  2. Derrite la mantequilla en una sartén antiadherente a fuego bajo. Es importante que el fuego esté bajo.
  3. Vierte los huevos y déjalos reposar unos 20 segundos. Luego, con una espátula, empieza a remover suavemente, arrastrando los huevos desde los bordes hacia el centro.
  4. Sigue removiendo hasta que estén cocidos pero todavía un poco húmedos y cremosos. Sírvelos inmediatamente.

4. Batido verde energizante

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 5 minutos
  • Ingredientes: 1 plátano maduro (mejor si está congelado), 1 puñado grande de espinacas frescas, 1 taza de leche (o bebida vegetal), 1 cucharada de mantequilla de cacahuete (opcional).
  1. Pon todos los ingredientes en el vaso de una batidora.
  2. Bate a alta velocidad hasta que la mezcla sea completamente lisa y homogénea. Si está muy espeso, añade un poco más de leche.
  3. Sirve en un vaso y disfruta. ¡No sabe a espinacas, lo prometemos!

5. Yogur con granola y frutos rojos

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 2 minutos
  • Ingredientes: 1 yogur griego natural, 3 cucharadas de granola, un puñado de frutos rojos (frescos o congelados), 1 cucharadita de miel.
  1. En un bol o un vaso, pon el yogur como base.
  2. Añade la granola por encima para que se mantenga crujiente.
  3. Corona con los frutos rojos y un chorrito de miel. ¡Ya está!

Almuerzos rápidos y sencillos

6. Pasta con tomate y albahaca

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 20 minutos
  • Ingredientes: 150g de espaguetis, 1 lata (400g) de tomate triturado, 1 diente de ajo, aceite de oliva, sal, pimienta, unas hojas de albahaca fresca, queso parmesano para servir.
  1. Cuece la pasta siguiendo las instrucciones del paquete para que quede «al dente».
  2. Mientras, pica el diente de ajo muy fino. Calienta un chorro de aceite en una sartén y sofríe el ajo un minuto a fuego medio, con cuidado de que no se queme.
  3. Añade el tomate triturado, sal y pimienta. Cocina la salsa a fuego lento durante unos 10-15 minutos.
  4. Cuando la pasta esté lista, escúrrela y añádela directamente a la sartén con la salsa. Mezcla bien, añade las hojas de albahaca y sirve con abundante queso parmesano rallado.

7. Ensalada César de pollo (versión fácil)

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 20 minutos
  • Ingredientes: 1 filete de pechuga de pollo, un cogollo de lechuga romana, un puñado de picatostes, lascas de parmesano. Para el aliño: 3 cucharadas de yogur natural, 1 cucharadita de mostaza, zumo de medio limón, sal y pimienta.
  1. Sazona el filete de pollo con sal y pimienta y cocínalo a la plancha en una sartén caliente hasta que esté dorado y hecho por dentro. Déjalo reposar y córtalo en tiras.
  2. Lava y corta la lechuga. Ponla en un bol.
  3. Prepara el aliño mezclando el yogur, la mostaza, el zumo de limón, sal y pimienta en un cuenco pequeño.
  4. Añade el pollo, los picatostes y las lascas de parmesano a la lechuga. Vierte el aliño por encima y mezcla justo antes de servir.

8. Quesadillas de jamón y queso

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: 2 tortillas de trigo, 100g de queso rallado que funda bien, 2 lonchas de jamón cocido.
  1. Calienta una sartén grande a fuego medio. Coloca una tortilla en la sartén.
  2. Espolvorea la mitad del queso sobre toda la superficie de la tortilla. Coloca las lonchas de jamón y el resto del queso encima.
  3. Cubre con la otra tortilla y presiona ligeramente.
  4. Cocina durante 2-3 minutos, hasta que la base esté dorada y el queso empiece a derretirse. Con cuidado, dale la vuelta con una espátula y cocina por el otro lado otros 2 minutos.
  5. Sácala a una tabla, córtala en cuatro triángulos y sirve caliente.

9. Lentejas rápidas con chorizo

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 25 minutos
  • Ingredientes: 1 bote de lentejas cocidas (400g), 1/2 cebolla, 1 zanahoria, 1/2 chorizo para guisar, 1 hoja de laurel, pimentón dulce, aceite de oliva, sal.
  1. Pica la cebolla y corta la zanahoria en daditos pequeños. Corta el chorizo en rodajas.
  2. En una olla, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla y la zanahoria durante 5 minutos, hasta que estén blandas.
  3. Añade el chorizo y cocínalo un par de minutos hasta que suelte su grasa.
  4. Añade una cucharadita de pimentón, remueve rápido (para que no se queme) y añade las lentejas escurridas y enjuagadas, la hoja de laurel y un vaso de agua.
  5. Sazona con sal y deja que hierva todo junto a fuego lento durante 10 minutos para que se mezclen los sabores.

10. Sándwich de atún definitivo

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: 2 rebanadas de pan de molde, 1 lata de atún en aceite, 2 cucharadas de mayonesa, 1/4 de cebolla roja picada muy fina, unas rodajas de tomate, unas hojas de lechuga.
  1. Escurre bien el atún y desmenúzalo en un bol con un tenedor.
  2. Añade la mayonesa y la cebolla picada. Mezcla bien hasta obtener una pasta.
  3. Tuesta ligeramente el pan.
  4. Monta el sándwich: sobre una rebanada, coloca las hojas de lechuga, las rodajas de tomate y encima la mezcla de atún. Tapa con la otra rebanada y ¡listo!

Cenas que impresionan (y son fáciles)

11. Salmón al horno con limón y eneldo

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 20 minutos
  • Ingredientes: 1 lomo de salmón (150-200g), 1/2 limón, eneldo fresco o seco, aceite de oliva, sal, pimienta.
  1. Precalienta el horno a 200°C.
  2. Corta un trozo de papel de aluminio lo suficientemente grande como para envolver el salmón.
  3. Coloca el lomo de salmón en el centro del papel. Rocíalo con aceite de oliva y sazona con sal, pimienta y eneldo.
  4. Corta el medio limón en rodajas finas y colócalas sobre el salmón.
  5. Cierra el papel de aluminio formando un paquete (lo que se llama «papillote»). Hornéalo durante 12-15 minutos, dependiendo del grosor del pescado. Estará listo cuando la carne se separe fácilmente con un tenedor.

12. Pechuga de pollo a la plancha con hierbas provenzales

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 15 minutos
  • Ingredientes: 1 filete de pechuga de pollo, 1 cucharadita de hierbas provenzales, 1 diente de ajo, aceite de oliva, sal, pimienta.
  1. Pica el ajo muy fino. En un bol, mezcla el pollo con el ajo, las hierbas provenzales, un chorrito de aceite, sal y pimienta. Deja que se marine unos minutos.
  2. Calienta una sartén o plancha a fuego medio-alto.
  3. Cocina el filete de pollo durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que esté bien dorado por fuera y completamente cocido por dentro.
  4. Sírvelo con una ensalada o unas verduras salteadas.

13. Tacos de carne molida

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 25 minutos
  • Ingredientes: 250g de carne de ternera molida, 1/2 cebolla, 1 cucharadita de comino en polvo, 1/2 cucharadita de pimentón, 4 tortillas de maíz o trigo, toppings al gusto (queso rallado, tomate picado, lechuga, salsa).
  1. Pica la cebolla. Calienta una sartén con un poco de aceite y sofríela hasta que esté transparente.
  2. Añade la carne molida y cocínala, rompiéndola con una cuchara de madera, hasta que esté dorada. Escurre el exceso de grasa.
  3. Añade el comino, el pimentón, sal y pimienta. Remueve y cocina un minuto más.
  4. Calienta las tortillas en otra sartén o en el microondas.
  5. Rellena cada tortilla con la carne y añade tus toppings favoritos.

14. Pizza en pan de pita

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 15 minutos
  • Ingredientes: 1 pan de pita, 2 cucharadas de salsa de tomate, 50g de queso mozzarella rallado, tus ingredientes favoritos (jamón, champiñones, aceitunas…).
  1. Precalienta el horno a 220°C.
  2. Coloca el pan de pita en una bandeja de horno.
  3. Extiende la salsa de tomate sobre el pan, dejando un pequeño borde libre.
  4. Espolvorea el queso mozzarella y añade los ingredientes que hayas elegido.
  5. Hornea durante 8-10 minutos, o hasta que el queso esté derretido y burbujeante y los bordes del pan estén crujientes.

15. Sopa de verduras reconfortante

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 30 minutos
  • Ingredientes: 1 cebolla, 2 zanahorias, 2 ramas de apio, 1 patata, 1 litro de caldo de pollo o verduras, aceite de oliva, sal, pimienta.
  1. Pela y pica todas las verduras en dados de tamaño similar.
  2. En una olla grande, calienta un chorro de aceite y sofríe la cebolla, la zanahoria y el apio durante 10 minutos a fuego medio, hasta que estén tiernos.
  3. Añade la patata y remueve durante un minuto.
  4. Vierte el caldo, llévalo a ebullición y luego baja el fuego. Tapa la olla y deja que hierva suavemente durante 15-20 minutos, hasta que todas las verduras estén bien cocidas.
  5. Sazona con sal y pimienta al gusto antes de servir.

Guarniciones y verduras que sí querrás comer

16. Arroz blanco perfecto

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 20 minutos
  • Ingredientes: 1 taza de arroz de grano largo, 2 tazas de agua, 1/2 cucharadita de sal, 1 cucharada de aceite.
  1. En una olla, calienta el aceite a fuego medio. Añade el arroz y remueve durante un minuto para que se impregne de aceite (esto ayuda a que quede suelto).
  2. Añade el agua y la sal. Llévalo a ebullición.
  3. En cuanto hierva, baja el fuego al mínimo, tapa la olla y cocina durante 15 minutos. ¡No levantes la tapa!
  4. Pasado el tiempo, apaga el fuego y deja reposar el arroz, todavía tapado, durante 5 minutos más. Después, destapa y remueve con un tenedor para separar los granos.

17. Brócoli al vapor con ajo y limón

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: 1 cabeza de brócoli, 1 diente de ajo, zumo de medio limón, aceite de oliva, sal, pimienta.
  1. Corta el brócoli en floretes de tamaño similar.
  2. Pon un par de dedos de agua en una olla y llévala a ebullición. Coloca los floretes de brócoli en un cestillo para vapor o en un colador metálico sobre el agua. Tapa y cocina al vapor durante 5-7 minutos, hasta que esté tierno pero todavía crujiente y de un color verde brillante.
  3. Mientras, pica el ajo muy fino.
  4. Escurre el brócoli y ponlo en un bol. Aliña inmediatamente con el ajo picado, el zumo de limón, un buen chorro de aceite de oliva, sal y pimienta. Mezcla bien y sirve.

18. Patatas asadas al romero

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 45 minutos
  • Ingredientes: 2 patatas grandes, 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de romero seco, sal gruesa, pimienta.
  1. Precalienta el horno a 200°C.
  2. Lava bien las patatas (puedes dejarles la piel) y córtalas en gajos o cubos.
  3. En un bol grande, mezcla las patatas con el aceite, el romero, la sal y la pimienta, asegurándote de que queden bien cubiertas.
  4. Extiende las patatas en una sola capa sobre una bandeja de horno.
  5. Asa durante 30-40 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción, hasta que estén doradas y crujientes por fuera y tiernas por dentro.

19. Puré de patatas cremoso

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 25 minutos
  • Ingredientes: 2 patatas grandes, 1 cucharada de mantequilla, un chorro de leche caliente, sal, pimienta, nuez moscada (opcional).
  1. Pela las patatas y córtalas en trozos iguales. Cuécelas en agua con sal hasta que estén muy tiernas (unos 15-20 minutos).
  2. Escúrrelas bien y devuélvelas a la olla caliente a fuego muy bajo durante un minuto para que se evapore el exceso de humedad.
  3. Retira del fuego y machácalas con un pasapurés o un tenedor.
  4. Añade la mantequilla y remueve hasta que se derrita. Luego, ve añadiendo la leche caliente poco a poco mientras remueves, hasta conseguir la cremosidad deseada.
  5. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.

20. Verduras salteadas al estilo asiático

  • Dificultad: Fácil
  • Tiempo: 15 minutos
  • Ingredientes: Un mix de verduras (brócoli, pimiento, zanahoria, calabacín), 1 cucharada de salsa de soja, 1 cucharadita de aceite de sésamo, aceite de girasol para saltear.
  1. Corta todas las verduras en trozos de tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme.
  2. Calienta un wok o una sartén grande a fuego alto con un poco de aceite de girasol.
  3. Añade primero las verduras más duras (zanahoria, brócoli) y saltéalas durante 3-4 minutos.
  4. Añade el resto de verduras (pimiento, calabacín) y sigue salteando otros 3-4 minutos. Deben quedar tiernas pero crujientes.
  5. Retira del fuego, añade la salsa de soja y el aceite de sésamo, mezcla bien y sirve inmediatamente.

Postres para los que no son reposteros

21. Mousse de chocolate de 2 ingredientes

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos + 1 hora de frío
  • Ingredientes: 100g de chocolate negro de buena calidad, 2 huevos.
  1. Derrite el chocolate al baño maría o en el microondas en intervalos cortos. Deja que se enfríe un poco.
  2. Separa las claras de las yemas de los huevos.
  3. Mezcla las yemas con el chocolate derretido.
  4. Monta las claras a punto de nieve con unas varillas (a mano o eléctricas) hasta que formen picos firmes.
  5. Incorpora las claras montadas a la mezcla de chocolate con movimientos suaves y envolventes para que no pierdan aire.
  6. Reparte la mezcla en dos vasitos y refrigera al menos una hora antes de servir.

22. Brochetas de fruta con salsa de yogur

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 10 minutos
  • Ingredientes: Frutas variadas (fresas, uvas, trozos de melón, kiwi, plátano…), palos de brocheta. Para la salsa: 1 yogur griego, 1 cucharadita de miel.
  1. Lava y corta la fruta en trozos de tamaño similar.
  2. Ensarta los trozos de fruta en los palos de brocheta, alternando colores y sabores.
  3. En un bol pequeño, mezcla el yogur con la miel para hacer la salsa.
  4. Sirve las brochetas frías acompañadas de la salsa para mojar.

23. Manzanas asadas con canela

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 35 minutos
  • Ingredientes: 1 manzana, 1 cucharadita de mantequilla, 1 cucharada de azúcar moreno, 1/2 cucharadita de canela en polvo.
  1. Precalienta el horno a 180°C.
  2. Lava la manzana y quítale el corazón con un descorazonador o un cuchillo pequeño, sin llegar a atravesar la base.
  3. En un cuenco, mezcla la mantequilla ablandada, el azúcar y la canela hasta formar una pasta.
  4. Rellena el hueco de la manzana con esta mezcla.
  5. Coloca la manzana en una fuente pequeña para horno y ásala durante 30 minutos, o hasta que esté tierna y la piel arrugada.

24. Plátano a la plancha con miel y nueces

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 5 minutos
  • Ingredientes: 1 plátano, 1 cucharadita de mantequilla, 1 cucharada de miel, un puñado de nueces picadas.
  1. Pela el plátano y córtalo por la mitad a lo largo.
  2. Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio.
  3. Coloca las mitades de plátano en la sartén con la parte cortada hacia abajo. Cocina durante 2 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y caramelizados.
  4. Sírvelos en un plato, rocíalos con miel y espolvorea las nueces picadas por encima.

25. Fresas con nata

  • Dificultad: Súper Fácil
  • Tiempo: 5 minutos
  • Ingredientes: 1 taza de fresas, 100 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa), 1 cucharada de azúcar glas.
  1. Asegúrate de que la nata y el bol donde la vas a montar estén muy fríos.
  2. Vierte la nata en el bol y empieza a batir con unas varillas eléctricas a velocidad media-alta.
  3. Cuando empiece a espesar, añade el azúcar glas y sigue batiendo hasta que forme picos firmes. Ten cuidado de no batir demasiado o se convertirá en mantequilla.
  4. Lava y corta las fresas. Sírvelas en un bol con una buena cucharada de nata montada por encima.

Preguntas Frecuentes sobre cocina para principiantes

Es normal tener dudas al empezar. Aquí respondemos a algunas de las preguntas más comunes que se hacen los cocineros novatos.

¿Qué necesito realmente para empezar a cocinar?
Menos de lo que crees. Como vimos en la sección de herramientas, con un buen cuchillo, una tabla, una sartén y una olla puedes preparar la gran mayoría de las recetas de esta guía. Para la despensa, empieza con básicos como aceite, sal, pimienta, ajos, cebollas, arroz, pasta y algunas latas de tomate. No necesitas una cocina de revista para comer de maravilla.

¿Cuáles son las recetas más fáciles para alguien que no sabe cocinar?
Los platos de un solo paso o de una sola olla son tus mejores aliados. Piensa en pasta con salsas sencillas, huevos (revueltos, fritos, cocidos), ensaladas completas, sopas, o carnes y pescados a la plancha o al horno. Las 25 recetas que te hemos dado son el punto de partida perfecto.

¿Cómo puedo perder el miedo a cocinar?
Empieza poco a poco. No intentes hacer un plato súper elaborado el primer día. Elige una receta fácil que te apetezca mucho, lee los pasos un par de veces antes de empezar y prepara todos los ingredientes. Y lo más importante: permítete cometer errores. A todo el mundo se le ha quemado algo alguna vez. Cada plato, salga perfecto o no, es una lección aprendida.

¿Qué ingredientes básicos debo tener siempre en mi despensa?
Revisa nuestra «Checklist de la Primera Despensa» más arriba. Con esa base (aceites, especias, conservas, cereales, huevos, cebollas y ajos), siempre tendrás a mano lo necesario para improvisar una comida rápida, sabrosa y nutritiva.

¿Cómo se empieza a cocinar desde cero?
Siguiendo los pasos de esta guía. Primero, equípate con las herramientas básicas. Segundo, abastece tu despensa. Tercero, aprende las 5 reglas de seguridad. Cuarto, practica las 5 técnicas fundamentales. Y quinto, y lo más divertido, ¡ponte a cocinar! Elige una de nuestras 25 recetas y lánzate. El secreto es simplemente empezar.

¡Ya eres cocinero! ¿Cuál es el siguiente paso?

Si has llegado hasta aquí, enhorabuena. Has aprendido sobre herramientas, seguridad, técnicas y tienes un arsenal de recetas para empezar. Oficialmente, ya no eres alguien que «no sabe cocinar». Eres un cocinero que está aprendiendo, y eso es fantástico.

La cocina es un viaje infinito de descubrimiento. El siguiente paso es seguir explorando. Prueba a hacer variaciones de las recetas que ya dominas. ¿Y si al pollo a la plancha le añades un poco de zumo de limón al final? ¿Y si a la pasta con tomate le pones unas aceitunas negras? Invita a un amigo a cenar. Cocinar para otros es una de las mayores satisfacciones que existen.

No dejes de ser curioso. Lee recetas, mira vídeos, y sobre todo, confía en tu instinto. Has dado el paso más difícil, que es empezar. Ahora solo te queda disfrutar del delicioso camino que tienes por delante.

¿Listo para empezar? Descarga gratis nuestro Ebook «30 recetas fáciles para el día a día» con recetas sencillas y un poco más complicadas para tener siempre a mano ideas de comidas.

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